Orígenes y evolución del culto El culto a Pachacamac tiene raíces en las culturas costeñas preincaicas, especialmente la cultura Ichma (900-1470 d.C.), que lo adoptó de tradiciones más antiguas. Cuando los incas conquistaron la costa central (siglo XV), bajo el reinado de Túpac Yupanqui, reconocieron la importancia religiosa de Pachacamac y lo integraron a su panteón, aunque subordinándolo a Viracocha (el dios creador universal) e Inti. Sin embargo, mantuvieron su santuario principal —ubicado en el valle de Lurín, cerca de Lima— como uno de los centros de peregrinación más importantes del Tahuantinsuyo, comparable en prestigio al Coricancha de Cuzco.