La desheredada : 2-06

23/10/2009 5.554 Palabras

La desheredadaSegunda ParteCapítulo VI de Benito Pérez Galdós Escena vigésima quinta Aposento no muy grande, cómodo, bien amueblado y a media luz ISIDORA Y JOAQUÍN JOAQUÍN.- (Con admiración) ¡Pero qué guapa estás, o mejor dicho, qué hermosa eres!... Joya digna de un rey, ¿por qué estás condenada a encerrar tu brillo dentro de la esfera de una posición mediana, obsura y equívoca? ¡Tremendas ironías del destino! Fíate de que el nacimiento y el temperamento te hayan hecho ilustre... si la realidad y el mundo traidor no te permiten manifestarte como eres... Pero no suspires, no te entristezcas. Hoy es día de alegría y juntos los dos aquí olvidaremos todas nuestras penas... Cada día me es más difícil vivir sin ti. ISIDORA.- (Con coquetería) ¡Embustero!... Me quieres cuando me necesitas, cuando eres desgraciado. ¡Desde que prosperas un poco, ¡adiós!, ya no te acuerdas de mí! Yo no debía hacerte caso; pero mi debilidad es más fuerte...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info